NIÑO MODELO

Aaayyy que lindo muchachito, tan educadito, míralo ve, si es todo un caballerito ¡Me lo como!, ¡¿Qué?!, ¿Dices que sacó el primer puesto de su clase?, ¿Sabe ayudar en misa?, ¿Siempre gana concursos de matemáticas?... que envidia oye, como quisiera que mi Albertito sea como tu hijo, pero me salió bien vago el pobre, para en la calle nomas, no le gusta estudiar, según él los libros no sirven para nada, dice que eso es pa los sonsos. No sabes como me hace renegar hija, ya no se que hacer... ¿Qué hiciste pa tener un hijo así?

Andy es un chiquillo dedicado y respetuoso, fruto de haberse educado en un buen colegio privado donde le dieron una formación a base de valores y virtudes bajo las enseñanzas doctrinales y morales católicas, aprendió mucho en esa institución, se preocuparon por darle lo mejor académica y humanísticamente, pero eso sí, llenaron esa ingenua cabecita con prejuicios religiosos causándole daños y traumas irreparables. Pobre, se pasó toda su infancia cultivando la fe, rezando y portándose bien, ¡No! él jamás podría fumar ni tomar una gota de licor, mucho menos hablar lisuras y ni que decir de la masturbación ¡Dios mío que chico! es imposible que duerma sin rezar un Padre Nuestro y tres Ave Marías, que es lo que ordenó el cura de su colegio, y como desobedecerle, no pues, no hay manera, eso ni pensar.
Obviamente no piensa en tonos, borracheras ni en juergas, para nada, a él lo que le gusta es navegar en internet descargando tonterias, pasarse horas frente a la computadora jugando Warcraft o Gunbound, juegos tan populares en esa generación que no conoció el trompo, las bolitas, ni el lingo. Cuando no estudia suele enviciarse en el Playstation 3 que le compró su mami o viendo sus programas favoritos echado en su cama, para él esa es una perfecta noche de sábado, esa es su idea de diversión.

Tiene quince años pero parece de trece, su cuerpo delgado de tez blanca, el cabello castaño crecido, su rostro de rasgos finos con mejillas sonrosadas lo hacen parecer una niña, tanto así que con peluca pasaría por mujer, una muy linda y frágil muñequita. Cuando camina por las calles no pasa desapercibido, mujeres y hasta hombres lo miran embobados al ver tal despliegue de inocencia y candidez, incluso al más macho le roba una mirada... entienda usted que una personita así no se ve todos los días... Los maricones y pedófilos que abundan por ahí, lujuriosos y hambrientos de satisfacer sus sórdidos deseos, únicamente se conforman comentando desde lejos, relamiendose, escondidos en las sombras: "Mira ese angelito, que chibolo tan rico". Ah, pero por favor no se confundan, de maricon no tiene nada, su talla y ese porte son una evidencia prometedora de un joven atractivo y varonil, cualquier persona podría predecir la suerte que tendrá con las mujeres, dirán que tiene a todas derretidas, aunque lo cierto es que se mantiene puro y casto todavía, es tan callado, tan solitario, parece no expresar sentimientos, sin duda su timidez y falta de experiencia no le ayudan.
Quizá por su apariencia todos quieren ser amigos del buen Andy, el chico buenito, pero cuando te le acercas, conversas con él y empiezas a conocerlo más, te das cuenta que es un pesado, chinche y odioso ser encerrado en su mundo, hasta resulta antipático, es que no habla nada, es un chico demasiado introvertido, todos sabemos que con esa actitud no llegará a ninguna parte… ¡Andy dinos algo por favor!

Sólo el arte apasiona al joven, ninguna otra cosa altera su alma, nada podría substraerlo de la buena música o la literatura. Se sorprenderían al escucharlo tocar el violín con esa destreza prodigiosa, se los juro, quedarían asombrados ante la gran colección de discos de música clásica y libros que posee, todos originales por supuesto, guardados celosamente en un gran estante, intocable y prohibido para todos. Suele encerrarse a dibujar caricaturas y a escribir cuentos de sus heroes favoritos, inspirado por las series de anime japonés que tanto le gustan, en su cuarto guarda los juguetes de su infancia, sus adorados juguetes que lo entretuvieron cuando niño, aun conserva sus caballeros del zodiaco, sus muñequitos de Goku, sus robots, su carrito de policía que le regalo su papito hace uffff...
Su padre, un honorable policía retirado y hombre de pelo en pecho, observa resignado como se arruinan los mejores años de su único hijo, sin duda él hubiera deseado un avezado guerrillero y no un frágil artista. Sin embargo no todo es tristeza, pues al parecer ostenta las mejores notas de su clase, bien por él, al final son jóvenes como estos los que el Perú necesita. Un gran futuro le espera a este muchacho, ojalá escoja bien a sus amigos y no se deje lllevar por malos pasos.
En fin, yo me canse de hablarles del buen Andy, que por mas genio q sea a mi me cae muy mal... ya no digo más.